Al recibir las llaves de la nueva vivienda, se marca el final de un largo proceso en el que participan distintos actores: la constructora, la inmobiliaria, inspectores y los clientes finales, es decir, los nuevos propietarios. Pero ¿cómo saber si se recibe una vivienda cómoda y segura? La Cámara Chilena de Construcción (CChC) ha elaborado un protocolo de inspección para verificar que la vivienda se reciba en buenas condiciones. A continuación, algunos detalles al respecto:
¿Para qué sirve el Protocolo de Inspección de la Vivienda?
El Grupo de trabajo Calidad y Postventa perteneciente al Comité Inmobiliario y Corporación de Desarrollo Tecnológico de la CChC, desarrolló este manual con la finalidad de brindar una base de apoyo real y precisa a todos los propietarios de una vivienda nueva. Esta guía funciona como soporte para clientes e inmobiliarias, ya que define una serie de patrones de evaluación al momento de entregar y recibir una propiedad.
Posee 20 fichas que explican los detalles que deben ser inspeccionados, así como las pruebas que se deben realizar para verificar el estado del mobiliario, pisos, paredes, alfombras y terrenos adjuntos a la obra, entre otros elementos. De esta manera, todos los actores que participan en el proceso de compra/venta manejan criterios uniformes y pre-establecidos que permiten evaluar las condiciones de construcción.
Así, se logra la protección de la inversión del propietario, al reducir riesgos potenciales como la compra de viviendas con fallas estructurales.
¿En que fijarse al momento de la entrega de la vivienda?
Algunas de las variables a analizar más importantes son:
1. Artefactos de baño: revisión y prueba de los sistemas de evacuación del agua, estado de la superficie, tanto en la ducha o la tina, y el estado del lavamanos.
2. Artefactos de cocina: inspeccionar si existen abolladuras en el lavaplatos y si se mueve, verificar si hay filtración en la base de la grifería, vaciar 6 litros de agua por el desagüe y retirar el tapón (debe tomar menos de 12 segundos el vaciado), inspección del sifón y uniones para descartar filtraciones.
3. Cerámica y porcelanato: no deben existir piezas cerámicas en cuchilla, saltaduras visibles e inspección de las palmetas para descartar rayas, piquetes y englobado.
4. Muebles cocina, baño y closet: revisión del funcionamiento de las puertas, nivelación, cerraduras, manillas, pintura, bisagras, tiradores y picaportes.
Al seguir los criterios presentados en el Protocolo de Inspección de la Vivienda, los compradores tienen a su alcance una serie de procedimientos que permite detectar posibles irregularidades en la nueva vivienda. Lo importante es escoger una inmobiliaria que ofrezcan proyectos de calidad y que conozca este manual al pie de la letra para cuidar de la inversión.
Artículo escrito por: Rafael Gana Koporcic / Déjanos un comentario.
Protocolo de inspección de la vivienda
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