El proceso administrativo de escrituración y cobranza consiste en llevar las promesas de compraventa de las unidades habitacionales del proyecto a escrituras de compraventa. Aquí también se incluye la tarea de recuperar los créditos hipotecarios, subsidios y demás recursos con los que los compradores financiaron las propiedades.
Se inicia 2 o 3 meses antes que la obra obtenga recepción municipal, e implica una serie de flujos de trabajo complejos y costosos en períodos de tiempo cortos. Por eso, durante los últimos años ha surgido la tendencia de externalizar el proceso de escrituración y cobranza, dejándolo en manos de empresas especializadas. Las razones para hacerlo son varias:
Es un trabajo muy especializado
Las tareas altamente complejas en esta área pueden ser desarrolladas únicamente por personal especializado. Además de que es difícil de encontrarlo, en ocasiones no resulta conveniente contratarlo porque solo desarrollaría ese trabajo puntual durante breves períodos de tiempo.
Por otro lado, pensar en formar a colaboradores propios no es tarea sencilla ni económica. Hay que considerar que, de acuerdo con lo previsto en la normativa del Estatuto de Capacitación y Empleo, los desembolsos por capacitaciones corren a cargo de las empresas.
Al externalizar este proceso, la empresa inmobiliaria se ahorra los costos asociados a formación de los colaboradores, además de evitar la contratación directa y mantención de personal especializado.
Libera cargas de trabajo
Como ya se dijo, el servicio de escrituración y cobranza implica una concentración de trabajo muy especializado en un breve periodo de tiempo. Por ejemplo, si la construcción de un proyecto tarda 24 meses -durante los cuales se venden muchas unidades en verde-, hay que sacar escrituras y recaudar créditos hipotecarios en tres meses aproximadamente.
Esta gran carga de trabajo puede afectar el desarrollo de los procesos cotidianos de la inmobiliaria. Sin embargo, al tercerizar esta tarea eso no sucede, y es posible enfocar esfuerzos en el core del negocio.
Convenios con bancos
Las alianzas estratégicas con entidades financieras resultan claves para agilizar el estudio y aprobación de títulos, así como gestión de los créditos hipotecarios de los clientes y el respectivo desembolso, que implica el trámite de la carta de resguardo entre los bancos alzantes y los bancos otorgantes.
Las entidades especializadas que ofrecen el servicio de escrituración y cobranza disfrutan de dichas alianzas, porque son parte de su actividad económica y representan un plus o valor agregado al servicio que ofrecen.
La experiencia es muy importante
Al ser empresas especializadas y con experiencia en el tema, pueden garantizar resultados positivos no solo en términos de tiempo, sino en eficacia y resolución de inconvenientes. Esto no solo mejorará el flujo de caja de la inmobiliaria, sino que optimizará la experiencia final del cliente y ayudará cumplir la normativa.
Monitoreo permanente
Las entidades especializadas en procesos de escrituración y cobranza se encargan de monitorear y evaluar continuamente el avance de los trámites. Los resultados se entregan periódicamente a la inmobiliaria para que verifique si se están cumpliendo las metas propuestas.
Al externalizar el servicio de escrituración y cobranza es posible agilizar y aumentar la eficiencia en la etapa final proyecto. Así, las inmobiliarias pueden mejorar sus flujos de trabajo y mejorar la experiencia de sus clientes, lo que se traduce en un mejor posicionamiento en el mercado.
Artículo escrito por Rafael Gana Koporcic / Déjanos un comentario.
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