El déficit habitacional se ha mantenido al alza desde 2015 y, para 2017, se estimó que hace falta cerca de 739 mil viviendas para superarlo y dotar de un techo a 2.218.809 personas, considerando 425.660 unidades (58%) para terminar el allegamiento y 313.943 (42%) para reemplazar unidades deterioradas.
Escenario en que el mercado de arriendo es y puede seguir siendo un motor para impulsar nuevas construcciones.
Un panorama inmobiliario en déficit
Desde Techos-Chile ha advertido que la eliminación del déficit habitacional tardaría entre 20 y 30 años, siempre que se entreguen entre 20.000 y 30.000 unidades anuales y los precios y tasas de interés no suban.
Algo que no parece factible en el corto plazo, especialmente si consideramos que:
- De acuerdo con un estudio realizado por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), entre 2011 y 2019 el precio de la vivienda creció un 67,8% , mientras que los ingresos de las familias sólo lo hicieron en un 24.7%.
- Ya en 2020, Chile se ubicó entre los países que más incrementos registraron en los precios de viviendas, y sólo en los tres primeros meses de 2021 subió un 4%, según datos de un informe de Knight Frank.
- En el escenario económico actual, hay una inflación significativa, la tasa de interés del crédito hipotecario ha subido progresivamente y existe la posibilidad de que llegue al 6% en 2022. Además, los bancos han reducido de 30 a 20 años —e incluso a 15— los plazos máximos para pagar el préstamo.
¿Cómo impulsa el mercado de arriendos la construcción de viviendas en Chile?
Los anteriores factores colocan en riesgo la posibilidad de reducir el déficit habitacional en forma significativa.
Sin embargo, esa inaccesibilidad a la vivienda ha disparado la demanda de arriendos, por supuesto junto a otros factores importantes como:
- Segmento de los millennials: personas jóvenes, profesionales, que antes de darle prioridad a la vivienda valoran más la movilidad, viajar, tener experiencias de vida y reuniones sociales, entre otros aspectos.
- Familias más pequeñas: cada día son más las personas que prefieren vivir en soltería o las parejas sin hijos, así como los divorciados que no ven extremadamente necesario comprar una vivienda.
- Segmentos de inmigrantes: los extranjeros radicados en Chile buscan estabilizarse en el mercado laboral, siendo inevitable en la mayoría de los casos arrendar una casa o departamento.
En este escenario, los inversionistas han advertido una oportunidad de generar flujos de renta con riesgos bastante acotados.
Cifras de la CChC señalan que entre 40% y 50% de las viviendas son adquiridas con el fin de destinarlas al arriendo. De ellos, 76% corresponden a personas que tienen una o dos propiedades para renta. Y el 24% restante se distribuye entre medianos y grandes inversionistas.
Evidentemente, la creciente demanda y auge de las ventas de departamentos y casas está siendo impulsada por estos inversionistas.
Edificios Multifamily también contribuye a la construcción de nuevas viviendas
Este modelo de negocio, que consiste en un edificio residencial de un solo dueño cuyos departamentos están destinados exclusivamente a la renta, también hace su contribución a la construcción de nuevas viviendas.
Específicamente, hay 70 edificios Multifamily en 14 comunas del Gran Santiago con 15.480 unidades con una ocupación que supera el 90%.
Pero a final del año podría haber 85 y en 24 meses unos 150, según proyecciones de Toctoc.com.
Para finalizar, hay que decir que el subsidio de arriendos -beneficio económico estatal que se entrega mensualmente a las familias arrendatarias por un periodo máximo de 8 años-, también beneficia el mercado, subsidiando la demanda y, por lo tanto, permite que el mercado, vía inversionistas, continúen impulsando la construcción de casas y departamentos.
Artículo escrito por Rafael Gana Koporcic / Déjanos un comentario
Imagen de Borko Manigoda en Pixabay