En muchas familias, los animales son tan valiosos como cualquier integrante. Por eso no es raro que las personas los incluyan en paseos familiares, sobre todo al aire libre. Lo que pocos saben es que, a veces, el impacto de las mascotas en la fauna silvestre tiene efectos perjudiciales.
Un ejemplo de esto es el problema que enfrenta Australia, donde cientos de especies se enfrentan al peligro de extinción, entre otras causas, debido a los gatos ferales, responsables de la muerte de un millón de reptiles endémicos al día,
Lo anterior se encuentra respaldado por un estudio desarrollado por Wildlife Reserch, que aborda el daño ocasionado a estos reptiles por más de 20 millones de gatos invasores a su ecosistema.
La definición de un gato feral, es la de un gato que ha carecido de contacto humano desde su nacimiento, es decir, se trata de pequeños felinos, que han podido ser el resultado de la reproducción de algunos gatos abandonados, que se han re-adaptando a un “medio silvestre»
¿De dónde viene el instinto de caza en los perros y gatos?
Incluso si un perro o un gato han sido entrenados, no se puede predecir del todo su comportamiento al interactuar con especies silvestres.
El perro doméstico es una subespecie del lobo gris, y está genéticamente relacionado con los zorros y los chacales.
Durante miles de años, su función fue acompañar a los humanos cuando salían de caza, y eso explica que tengan un instinto innato que los impulsa a perseguir y capturar.
Los gatos son una especie todavía más antigua que los perros, probablemente existen hace 3,6 o 5,3 millones de años.
Y si bien han sido domesticados, sus características físicas y comportamiento hacen que sean excelentes cazadores, principalmente de aves, reptiles, anfibios y mamíferos pequeños.
Debido a estas razones, es muy importante que los dueños entiendan que el comportamiento de caza de sus mascotas no es sinónimo de un mal entrenamiento o crianza. Tampoco tiene que ver con una ración de alimento incorrecta.
Los perros, por ejemplo, no cazan necesariamente porque estén hambrientos, sino por los estímulos auditivos, visuales y olfativos que otras especies emiten.
Mascotas en la fauna silvestre: ¿qué daños pueden causar?
Dejar libre a un perro o gato en un área natural, donde hay otras especies en libertad, le proporcionará cientos de estímulos que podrían desatar su instinto de caza sin que puedas hacer nada para evitarlo.
En Juan Fernández, los gatos domésticos han causado grandes daños a especies de aves, reptiles y mamíferos.
Algunas de las clasificaciones afectadas están en peligro de extinción, como el picaflor de Juan Fernández, y los especialistas temen que los gatos podrían convertirse en culpables de su desaparición.
Adicionalmente, tanto gatos como perros, pueden introducir enfermedades y alterar el comportamiento de otras especies de animales silvestres.
¿Cómo evitar los daños de las mascotas en la fauna silvestre?
La mejor forma de ayudar a cuidar la fauna silvestre es dejar a las mascotas con un familiar o en un hotel especializado cuando se planee salir de viaje a un hábitat natural.
Esto incluye parques, zonas montañosas y cualquier otro lugar donde haya animales silvestres que puedan ser presa de estos extraordinarios cazadores.
En Chile, según un estudio desarrollado por la Universidad Católica, muestra que parte de las especies afectadas, son el zorro, el quique, el chingue, el gato colocolo, la güiña, entre otros.
Proyectos de conservación de bosque nativo
Es en este contexto, de protección de la flora y fauna nativa de Chile, que algunos proyectos de conservación de bosque nativo, están prohibiendo el ingresos de mascotas domésticas, basados en parte, en los estudios ya citados.
Un ejemplo de este tipo de proyectos de conservación, que restringe el acceso a las mascotas, es el proyecto Reserva Nevado de Longaví, a 400 kilómetros de Santiago, en la precordilerra de la Región del Maule, y que protege una amplia zona de bosque nativo, incluida su rica flora y fauna silvestre.
Artículo escrito por Rafael Gana Koporcic / Déjanos un comentario