De acuerdo con el Informe de Estabilidad Financiera del Primer Semestre 2019, del Banco Central de Chile, durante las últimas décadas, el mercado de arriendos de departamentos y casas ha crecido de forma significativa en Chile.
Dicho crecimiento, mirado ahora «post pandemia», podemos afirmar que mantiene firme sus fundamentos, por lo que se prevé que el mercado de renta residencial tiene aún un espacio grande para seguir creciendo.
Pero ¿cuáles son los factores detrás de este fenómeno?
Luego de tres trimestres difíciles en 2020 a causa de la pandemia, desde octubre del 2020 la demanda se ha ido reactivando y se pronostica un incremento mayor que hará que se mantengan intactas las bases que han sustentado este modelo de negocio, incluso podría mejorarlas.
Vale la pena ver los nuevos factores que la impulsan:
Restricciones de financiamiento para la compra
En el escenario económico actual, ha aumentado la tasa de interés del crédito hipotecario, la cual podría llegar cerca del 6% a inicios del este año 2022.
Además, los bancos han reducido de 30 a 20 años -e incluso a 15 años- los plazos máximos para contratar este instrumento para financiar la adquisición de vivienda.
De acuerdo con análisis de Javier Hurtado, gerente de Estudios de la CChC, para adquirir una vivienda de 2.000 UF, con un crédito a 30 años y una tasa de 3%, el comprador tenía que demostrar ingresos por $1.026.188. Pero en el nuevo contexto, el monto subiría a $1.644.776, con un préstamo a 20 años y una tasa de 5%.
Sin duda condiciones y costos de financiamiento muy difíciles de cumplir para muchas personas, que tendrán que aplazar su sueño de tener casa propia y deberán seguir pagando arriendo.
Cabe señalar que ese escenario ha sido impulsado por la inflación, que creció no solo a causa de la crisis sanitaria por covid-19, sino por el exceso de liquidez (dinero en efectivo) generado por los retiros AFP que obligaron al Banco Central a incrementar la tasa de referencia.
Adicionalmente, hay una disminución de inversionistas institucionales de largo plazo, que son los que compran esas deudas hipotecarias, que prefieren colocar su capital en instrumentos de corto plazo para reducir el riesgo generado por las dinámicas económicas del país.
Aumento del valor de la vivienda
Según el Estudio de la Cámara Chilena de la Construcción, “en promedio las viviendas se han encarecido 60% desde 2010, con alzas de 38% para departamentos y de 131% para casas. En este último caso, la pujante demanda actual en un escenario de escasez de oferta genera presiones sobre los precios”.
Hay que considerar que esta creciente valorización no va de la mano del crecimiento de los sueldos y el poder adquisitivo de gran número de las personas.
Esto, sumado a las restricciones al financiamiento, complicaría aún más el acceso a la vivienda e impulsaría los arriendos de departamentos y casas a lo largo y ancho del país, con una concentración significativa en las principales ciudades.
Posible eliminación de la exención tributaria especial a empresas constructoras
Finalmente, el estudio de la CChC señala que el proyecto impulsado por el Gobierno también representaría otro riesgo que alejaría a las personas de la posibilidad de comprar una vivienda, porque produciría un alza significativa en el precio promedio de casas y departamentos.
En conclusión, el panorama es favorable para quienes inviertan en el mercado de arriendos de departamentos y casas, porque el alza en la demanda incrementaría los valores de arrendamiento y reduciría las tasas de vacancia, que en nuestra experiencia como administradores de renta residencial –Develop Gestión Comercial– las encontramos ubicadas en el rango del 95% (pocas unidades disponibles).
Todo mientras los canon de arriendo remontan a niveles más altos de los observados en pandemia.
Artículo escrito por Rafael Gana Koporcic / Déjanos un comentario
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