De acuerdo con un estudio de la consultora Colliers International, la rentabilidad de la inversión inmobiliaria entre 2014 y 2019 fue similar a la del IPSA (mercado bursátil), pero con una desviación y riesgo mucho menor.
La conveniencia del mercado inmobiliario es conocida por muchos. Pero ¿cómo obtener los mejores resultados? El método Kaizen puede ser la respuesta.
¿Qué es el método Kaizen?
El término proviene de los vocablos japoneses “Kai” («cambio») y “Zen” («para algo mejor»). Se creó en Japón en la década de 1950, luego de la Segunda Guerra Mundial, para facilitar la reconstrucción de la industria.
En líneas generales, hace referencia al cambio y mejora continua, gradual y ordenada. Su filosofía se resume en que no se pueden hacer grandes cambios de forma rápida, sino que lenta y continuadamente.
Uno de sus atractivos, y por lo que ha ganado amplia popularidad en el mundo occidental, es que puede aplicarse en el ámbito personal, social y empresarial, siendo transversal a diferentes ámbitos.
Por lo tanto, el inversionista inmobiliario encuentra en el método Kaizen una mirada para comenzar a invertir, paso a paso, y siempre mejorar.
Aplicar el método Kaizen a la inversión inmobiliaria
Integrar la metodología Kaizen al negocio de bienes raíces es comprender, en primer lugar, que no hace falta tener enormes capitales, sino que se puede empezar con lo justo e ir creciendo poco a poco hasta conseguir los resultados esperados en el tiempo.
A continuación, algunos tips para lograrlo:
Mirar siempre la inversión inmobiliaria como el desarrollo de un negocio
La compra de propiedades debe hacerse fundamentada en un adecuado estudio de mercado, proyecciones de Cap Rate y posible plusvalía.
Después, hay que invertir y reinvertir las utilidades, dando pequeños pasos cada mes, cada año, etc. Por ejemplo, se puede empezar con una bodega o estacionamiento para arriendo; luego comprar una pequeña propiedad usada para hacer arreglos, se espera que gane plusvalía, se vende y se compra algo más rentable.
Así, paso a paso y con paciencia, se constituye un buen portafolio de bienes raíces, e incluso se podría estructurar el negocio, a futuro, a través de una sociedad de inversiones.
Informarse y estudiar
El conocimiento es poder. Como en toda empresa, es necesario estudiar continuamente todas las variables, en este caso, las que actúan en el mercado de bienes raíces.
¿Cómo hacerlo? Leyendo artículos inmobiliarios, revisando informes de mercado y aplicando consejos de referentes de la industria.
Con ello, se aumentan las posibilidades de que la toma de decisiones sea efectiva. El seiton, uno de los factores del método Kaizen, nos empuja a tomar decisiones, determinar que es lo útil y ordenarlo, y por otro lado, ver qué hacer con lo inútil.
Hacerse pequeñas preguntas día a día
Es importante buscar respuestas a los retos que el negocio tiene que superar a diario.
¿Cómo mejorar los retornos de la inversión? ¿Cómo reducir los gastos? ¿Cómo optimizar los ahorros? Son solo algunas de las preguntas que el inversionista debe hacerse a diario.
Incluir mejoras
A las propiedades hay que hacerles buen mantenimiento y desarrollar mejoras que las diferencien en el mercado de renta. Se puede empezar con pequeños cambios, como la instalación de lámparas o cortinas de calidad, por ejemplo.
Esto ayuda a la captación de clientes y potencia la plusvalía. Sin embargo, cada mejora debe hacerse luego de realizar un análisis de costo beneficio.
Orden en la inversión
El seiso, paso fundamental de este método, nos invita a mantener un orden. Considerando este factor, todos los documentos y tareas relacionadas con la inversión inmobiliaria deben estar perfectamente ordenados y sistematizados, para que el caos no impida el progreso diario del método Kaizen.
Fortalecer las dinámicas del equipo
Hay que mejorar continuamente las relaciones con clientes y socios (arrendatarios, ejecutivos de la empresa a cargo de la administración, etc). De esa manera será más sencillo encontrar oportunidades de negocio y caminar hacia el logro de objetivos.
Al final, hay que tener en cuenta que los grandes resultados provienen de muchos pequeños cambios acumulados. Aplicando estas sugerencias y procurando mejorar cada día, el inversionista logrará ser exitoso, empezando con mucho menos capital de lo que se cree.
Artículo escrito por Rafael Gana Koporcic / Déjanos un comentario
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